El circuíto puede comenzar en el Templo de Zeus Olímpico (VI siglo a.C), y en el Arco de Adriano, (131 d.C), que es el límite simbólico entre la ciudad antigua y la del emperador Adriano. Desde allí, caminando a lo largo de la calle Dionisiu Aeropagitu (en el lado sur de Acrópolis), se entra al antiguo Teatro de Dionisos (siglo X a.C), donde se representaron la mayoría de las obras de Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes.
Continuando el camino, al pie de la Acrópolis, se encuentran las ruinas de Asklepion (V siglo a.C.) y la Estoa de Eumenes (II siglo a.C.) y más arriba el Odeón de Herodes Ático, construido en el siglo II d.C., donde hoy hacen las representaciones del Festival de Atenas (junio-septiebre). Desde allí, se sube a la roca sagrada de la Acrópolis, donde están algunas obras maestras de la arquitectura mundial, entre las que destaca el famoso templo dedicado a Atenea, el Partenón, y también los impresionantes Propileos, el Templo de Atenea Niké y el Erecteión.
En la calle Dionisiu Aeropagitu, frente al Teatro de Dionisos, está situado el magnífico Museo de Acrópolis, una de las obras más importante de arquitectura contemporánea de Atenas. Se inauguró en el año 2009 y alberga 4.000 piezas pertenecientes a los templos y monumentos de Acrópolis, que representan su historia y explican el funcionamiento del centro religioso más importante de la antigua Atenas.
En el lado occidental de la Acrópolis está la colina del Areópago, donde estuvo el tribunal más antiguo del mundo y se celebraron los juicios durante la Época Clásica. Frente a ella la colina de Filopappo, con sus pequeños y hermosos senderos y el monumento romano del mismo nombre a su cumbre. También en la parte occidental de la Acrópolis y muy cerca de la colina de Filopappo está la Pnyx, donde los ciudadanos de la antigua Atenas celebraban las asambleas y ejercían sus derechos democráticos, es decir, el primer parlamento democrático.
Bajando por la calle peatonal Apóstol Pablo o por la calle situada entre la Acrópolis y la colina del Areópago se llega al Ágora antigua, que era el centro comercial, político y religioso de la primitiva Atenas. Desde aquí, a través de la calle Ermú podemos llegar al Cerámico, el cementerio más grande de la ciudad antigua, situado en el lado exterior de las antiguas murallas.
El “corazón” del centro histórico es el barrio de Plaka (al este de la Acrópolis), que ha estado habitado sin interrupción desde la antigüedad. Cuando se camina por sus estrechas y laberínticas calles con edificios y mansiones de la época de la ocupación Otomana y del período neoclásico (S. XIX), se tiene la impresión de haber viajado en el tiempo.
En ellas encontraremos monumentos de la Atenas romana como la Linterna de Lisícrates, el Ágora romana con su famosa “Torre de Vientos” (siglo I a.C.) o la Biblioteca de Adriano (132 a.C.). También pequeñas iglesias, verdaderas obras maestras del arte y la arquitectura Byzantina, asi como restos del período Otomano.
En este barrio también se encuentran interesantes museos: de Arte Folklorico, de Niños, de Instrumentos Musicales Populares, Museo Frysiras de peintura moderna, etc., y muchas pitorescas tabernas, cafés, pequeñas tiendas de recuerdos con artesanía y productos tradicionales griegos.
Caminando por Plaka se puede llegar a Monastiraki, una zona muy característica de la vieja Atenas, también con estrechas calles y pequeños edificios donde se sitúa un colorido mercadillo callejero (Yusurum) y un monasterio ortodoxo que da el nombre al lugar. Muy cerca está el barrio de Psirí, un barrio tradicional que, años atrás, se transformó en un importante “centro” de la vida nocturna de la ciudad con numerosos cafés, locales de ocio y musicales, tabernas, ouzerias, galerías de arte etc.
Sin embargo, el “corazón” del centro histórico es el tradicional barrio comercial con más de 2.500 tiendas de todo tipo, que se extiende desde los alrededores de la calle Ermou (la más conocida calle comercial de la ciudad). El límite norte es la calle Athinas, donde está concentrado el comercio de alimentos, recordando fuertemente los comercios del Medio Oriente. Aquí están situados, entre otros, las neoclasicas mansiónes del Ayuntamiento de Atenas, el Mercado Municipal (donde se venden carne, pescado y verduras) y la gran Plaza Kotziá.
Dentro de los límites del centro histórico de Atenas se encuentran también los pintorescos barrios de Makriyianni (rodeando el Museo de la Acrópolis), Ano Petralona (al sur de Makriyianni), Thissio, situado al oeste de la Acrópolis y de la calle Apóstol Pablo, donde puedes encontrar pequeños e interesantes museos y numerosos cafés, bares y restaurantes, Keramikós, alrededor del cementerio del Cerámico, Gazi, hacia el oeste, con las antiguas instalaciones de gas, que ahora se tranformaron en un centro cultural del municipio de Atenas (“Tejnópolis”) y Metaxourgeio, más al norte.
Sintagma (Constitución) y Omonia (Concordia), son las principales plazas de la ciudad. Se unen mediante la calle Stadiou y la avenida Panepistimiou, donde a lo largo de los años se han construido algunos de los más hermosos edificios neoclasicos de la ciudad (trilogia neoclásica del siglo XIX: la Biblioteca Nacional, la Academia y la Universidad de Atenas en la avenida Panepistimiou).
En la Plaza Sintagma, corazón de Atenas moderno, se sitúa el edificio de Parlamento griego y delante de él, el Monumento al Soldado Desconocido, guardado por los Evzones, cuerpo militar especial, que veste uniformes tradicionales. Desde la esquina sur de este conjunto comienzan los hermosos Jardínes Nacionales (40 hectareas), que datan del siglo XIX y al sur de éstos se encuentra la impresionante Mansión de Zappeion también de estilo neoclásico (1874-1888). Desde aquí se puede continuar hasta el palacio Presidencial (1897) y desde allí al Estadio Panathinaiko, construido en 1895 para los primeros Juegos Olimpicos.
A partir de aquí, cruzando por el barrio de Mets, llegaremos al primer Cementerio moderno de Atenas, donde la riqueza y belleza de las tumbas monumentales, talladas por algunos de los más importantes esculptores de los siglos XIX y XX, forman una gran exposición de esculturas al aire libre.
En la Plaza de Omonia comienza la calle Patission, una ruidosa calle con edificios interesantes, entre los que destaca la neoclásica Mansión de la Escuela Politecnica y el Museo Arqueológico Nacional, que se encuentra entre los mejores museos del mundo y alberga tesoros artísticos desde la época Neolítica hasta el período Romano.
Cerca del Museo Arqueológico Nacional y al este de la calle Patission se encuentra el barrio de Exarchia, un barrio muy atractivo y vivo que, tradicionalmente, es el punto de encuentro y lugar de residencia de muchos estudiantes y artistas. Desde Exarchia, cruzando el barrio de Neapolis, se llega a la verde colina de Licabeto (la más elevada de la ciudad), desde cuya cima se dispone de una vista de la ciudad que llega hasta el mar.
En la parte contraria, sur de la colina, está el barrio de Kolonaki, que está considerado como el área más “aristocrática” del centro de Atenas, en el que abundan los comercios y restaurantes de lujo, asi como diversas instituciones extranjeras. Vale la pena dar un paseo por sus calles centrales para admirar edificios neoclásicos y modernistas (de art deco y nouveau). Kolonaki linda con la Avenida Reina Sofia, una de las más grandiosas calles de Atenas con bellos edificios y muchos museos: de Arte Cicladico, Benaki, Bizantino y Cristiano, de Guerra, Pinacoteca Nacional, y espacios verdes.
En el centro urbano de Atenas abundan las colinas y hay numerosos lugares desde los que tener expendidas panorámicas de la ciudad. Las más importantes son las del Licabeto (citado arriba), Acrópolis, Filopappos y Tourkovounia. Otras colinas menores incluyen el Arditós, Strefi, Ninfeon.
Los suburbios del sudeste Fáliro, Flyfada y Vouliagmeni situados en la linea costera del Golfo Sarónico, (donde se está construyendo un parque cultural y de ocio incluyendo las instalaciones deportivas existentes), ofrecen muchas oportunidades para dar un paseo a lo largo del mar y encontrar numerosas y bellas marinas y playas privadas o libres, grandes centros comerciales y nightclubs (especialmente durante el verano).
Entre los municipios del norte están: Marusi, que acoge el complejo olímpico donde se celebraron la mayoria de los acontecimientos deportivos durante los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004. Kifisiá, al norte de Marusi, vale la pena visitarlo por sus hermosas casas y mansiones señoriales.
Además, si quieres dejar el centro, puedes visitar entre otros, la ciudad vecina de Pireo con el puerto más importante de Grecia (en nuestros días Pireo forma una gran aglomeración con Atenas), el Monastério de Dafni (11 km al oeste, situado en el monte Egaleo, a las afueras del municipio de Haidari), declarado Patrimonio de la Humanidad, y uno de los momumentos Bizantinos más significativos del pais (siglo XII), con mosaicos únicos, el Monasterio de Kaisariani (5 km. al Este, situado sobre la falda del monte Himeto), fundado al siglo II, con frescos de los siglos XVI y XVII, el Templo de Poseidon (S. V a.C.) en el Cabo Sunion (58 km. al sur), siguiendo una bella ruta a lo largo de la costa, el lugar de la batalla de Maratón (490 a.C), con la tumba de Maratón, los sitios arqueológicos de Eleusis (23 km al oeste), de Amfiareion (48 km noreste), de Vravrona (36 km. al este) o de Ramnouse (cerca del Maratón), asi como las montañas que rodean Atenas Parnida, Penteli e Himeto, importantes pulmones para la ciudad utilizados por los atenienses como espacio de ocio y todos apropiados para montañismo.
Atenas y todo el área del Ática disponen de hoteles e instalaciones de alto nivel, medios de transporte modernos, una larga selección de oportunidades para hacer compras, restauración, vida nocturna, y buenos servicios, pero, sobre todo, destacan la hospitalidad y cordialidad de sus habitantes.
Atenas, finalmente, es una ciudad que fascina a cada visitante, durante todas las estaciones del año.
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