Grecia es conocida por ser la cuna de la democracia, el país en el que se celebraron los Juegos Olímpicos por primera vez y por disponer de sitios arqueológicos únicos; cuenta también con numerosas playas de arena, hermosas islas y pueblos pintorescos. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que Grecia es un país con más de 6.000 cuevas de belleza increíble: las estalactitas y las estalagmitas, las salas similares a palacios y las aguas cristalinas crean paisajes subterráneos maravillosos. Casi todas las cuevas de Grecia están vinculadas con varias leyendas relacionadas con la mitología, la Historia Antigua, el dominio otomano o la tradición religiosa. Debido a la estructura geológica rica de Grecia, se han formado miles de cuevas subterráneas y submarinas tanto en las islas como en el continente. El Eforato de Paleoantropología y Espeleología es un departamento especial del Ministerio de Cultura y Deportes griego encargado “de la protección, la promoción y la gestión de las cuevas incluidos todos los hallazgos paleontológicos relacionados con la existencia humana”.
 
Peloponeso
El complejo cavernario de Diros consta de las famosas cuevas Alepótripa y Vlijada (Vlichada), localizadas en la región de Mani. Fueron exploradas por primera vez en 1949 por los Espeleólogos Ioannis y Anna Petrochilos. Aunque hoy no es posible acceder a Alepótripa, cabe señalar  que su cámara principal tiene unos 60 metros de altura y casi 100 metros de ancho. Es lo suficientemente  grande para tener su propio lago, en el que buceó el reconocido explorador marino Jacques-Yves Cousteau (1910-1997). 
 
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La cueva de Vlichada se extiende en un área de 16.700 metros cuadrados, mientras desde 1949 se han explorado unos 2.800 metros de pasajes de agua. Durante el paseo en barco de 40 minutos, los visitantes pueden disfrutar de las formaciones estupendas de estalactitas y estalagmitas al reflejarse en las aguas. Se puede realizar la visita guiada tanto en barco como a pie.
 
La legendaria Cueva de los Lagos, se sitúa cerca del pueblo de Kastria en Acaya a 60 kilómetros de la ciudad de Trípoli. Las aguas derivan principalmente de un intenso flujo de gotas específicamente en períodos de precipitaciones y luego se estancan en los 13 lagos, creando un fenómeno inigualable. Desde 1992 hasta 1994, la excavación realizada por el Eforato de Paleoantropología y Espeleología sacó a la luz hallazgos importantes que sugieren que dicha cueva ya era conocida por el hombre desde el sexto milenio a.C.
 
Igualmente impresionante es la Cueva de Kastaniá, ubicada en el extremo sur del Peloponeso, a pocos minutos de Neápolis. Fue descubierta por un pastor a principios del siglo anterior. La cueva es una de las más destacadas, llena de estalactitas y estalagmitas en colores y formaciones espectaculares.
 
Ática
La cueva más famosa en la región de Ática es la Cueva “Koutouki” en Peania, situada al este del monte Himeto. Fue descubierta por residentes locales en 1928. Su rica decoración de estalactitas y estalagmitas y su coloración extraordinaria, debido a la presencia de ciertos ácidos, crean un escenario mágico, lo que explican porque algunas de las formaciones rocosas llevan nombres como Antorcha Olímpica, Corales, Cascada Roja, etc.
 
La Cueva de Vari, también conocida como “Cueva del Ninfolepto”, es una cueva de estalactitas con dos salas, una sobre la otra. Durante la Antigüedad era el santuario de Pan, el dios de los pastores y las ninfas. Lord Byron (1788-1824) visitó las dos cuevas en enero de 1810.
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Ioannina
La Cueva de Pérama está ubicada en el pueblo homónimo a unos 4 kilómetros de la ciudad de Ioannina. Formada en el período pre-Cuaternario, hace aproximadamente 1,5 millón de años, es parte del lecho de un río subterráneo. En 1956, la espeleóloga Anna Petrocheilou descubrió el diente de un oso cavernario, el primer jamás encontrado en Grecia. La cueva,parecida a un palacio de tres pisos con salas de una belleza especial, está encontrada bajo la colina Goritsa. Con 19 diferentes tipos de estalactitas, se considera la cueva con la más grande variedad de estalactitas de todo el mundo. 
 
Kastoria
La Cueva del Dragón está situada en el kilómetro 2 del camino de la orilla del lago, cerca de la ciudad de Kastoriá. En diciembre de 2009, tras las obras de conservación y mantenimiento realizadas en el marco de un proyecto , financiado por la UE, abrió sus puertas al público. En particular, la Cueva cuenta con siete lagos subterráneos, diez salas y cinco túneles. Las estalagmitas y las estalactitas, así como las aguas cristalinas en el fondo de la Cueva, ofrecen a los visitantes una experiencia inolvidable.
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Drama
Se cree que la Cueva del río Aggitis es la cueva fluvial más grande de todo el mundo. Es única debido a ser atravesada por un río y por esta razón no tiene estalagmitas en su interior. Su techo está lleno de estalactitas, algunos de los cuales tienen 2 metros de diámetro y tocan la superficie del agua. Sus colores son sorprendentes, gracias a la existencia de minerales como: manganeso, hierro, cobre, etc. Asimismo, en su entrada hay una rueda hidráulica que se utilizaba durante la ocupación otomana para el abastecimiento de agua en las aldeas cercanas.
 
La isla de Cefalonia
A solo 3 kilómetros de Sami, los visitantes pueden admirar la Cueva Drogarati, una de las cuevas más famosas de la isla de Cefalonia, con estalactitas y estalagmitas muy impresionantes. En el interior de la Cueva hay dos partes separadas: un largo corredor que conduce a una plataforma con estalactitas, llamada “Balcón Real” y la “Cámara de la Exaltación”, un lugar con muy buena acústica, ideal para la organización de eventos.
 
 
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Igualmente famosa es la cueva lacustre de Melissani. Situada a unos 4 kilómetros al noroeste de Sami, constituye un fenómeno geológico único. Su lago subterráneo fue descubierto en 1951 por el espeleólogo Ioannis Petrochilos. Una gran parte de su techo se colapsó, revelando una vista magnífica. En el lago hay un islote, en el que el arqueólogo S. Marinatos descubrió el santuario del dios Pan. Según la mitología griega, allí era la cueva de las ninfas y más concretamente el lugar donde la ninfa Melissani se suicidó por amor a Pan.
 
La isla de Corfú
La Cueva de Nausica se encuentra en la isla de Corfú, cerca del pueblo de Paleokastritsa. Aunque existen muchas cuevas marinas en las playas de la zona, la más famosa es la de Nausica. Según la Odisea, se trata del lugar donde Ulises conoció a la princesa Nausica, la hija del rey Alcínoo, después de la transformación desu barco en piedra por Poseidón, el dios del mar.
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La isla de Antíparos
La Cueva de Antíparos (o Cueva de Olíaros que fue el nombre antiguo de la isla) está situada a 8 kilómetros de la ciudad de Antiparos, en la colina de Agios Ioannis (San Juan). Frente a su entrada está la capilla homónima del siglo XVIII dedicada al santo, llamado también “Ioannis Spiliotis” (o sea “San Juan de la Cueva”). La Cueva de la isla es grande y se extiende a varios niveles; se compone deun vestíbulo y tres cámaras: la “Sala de las Cataratas de Piedra”, la “Sala del Catedral” y la “Sala Real”. Las investigaciones arqueológicas salieron a la luz conchas y huesos humanos que hoy se exponen en el Museo Arqueológico de Paros. Además, según una inscripción, Arquíloco, el gran poeta lírico del siglo VII a.C., había visitado la cueva durante los tiempos arcaicos.
 
La isla de Patmos
La Santa Cueva del Apocalipsis, es un punto de referencia no sólo para la isla de Patmos, sino para el cristianismo en todo el mundo. Se cree que marca el sitio en que San Juan el Evangelista  recibió los visiones que escribió en su libro del Apocalipsis. En 1999 la Cueva del Apocalipsis junto con el monasterio de San Juan el Teólogo, fueron declarados monumentos de patrimonio mundial por la UNESCO.
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La isla de Kastelórizo
En la pequeña isla de Kastelórizo se encuentra la Cueva Azul, un verdadero milagro de la naturaleza, así como la atracción más destacable de la isla. El paisaje es fascinante, mientras al entrar en la Cueva, un nuevo mundo magnífico nos espera por otro lado. Cuando la luz de la mañana llega hasta la Cueva, reflecta desde abajo hasta las rocas circundantes, iluminándolas de un color azul profundo. Por último, cabe apuntar que el lugar probablemente está habitado por las focas monje del Mediterráneo (Monachus monachus).
                                                                                                   
 
(*Intro foto: Melissani Cave, Cephalonia)
Texto original en inglés vía Greek News Agenda.
 
 
[texto en español: C.S., redacción: A.K.]

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